29 enero 2025  Por Obrero Transcultural

El Año Nuevo Lunar

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«La gente trabaja intensamente para satisfacer a quien controla su entorno. Qué alivio sienten ellos cuando se enteran de que el Dios, Supremo del Universo, no exige nada de eso.»

El Año Nuevo Lunar es como una reunión familiar similar a la Navidad. Los familiares y vecinos que trabajan en lugares lejanos regresan a su pueblo natal para celebrar esta festividad que suele durar una semana o más. La gente acostumbra pasar el tiempo bebiendo y comiendo en diversos banquetes compuestos por las comidas tradicionales favoritas de todos desde la infancia.  

Otra práctica consiste en intercambiar sobres rojos con dinero, que se espera que traigan buena suerte a quien los recibe. El resultado es que todo el mundo da y recibe sobres rojos con dinero durante las festividades del Año Nuevo Lunar. Naturalmente, los niños son los que más se benefician de esta tradición, ya que podrán hacer lo que quieran con el dinero de los sobres rojos. Los niños no suelen recibir regalos, sino el dinero de los sobres rojos de sus tíos, abuelos y conocidos.  

En esta época, la gente de muchas partes de Asia siempre tiene muchas esperanzas puestas en el año venidero. Una práctica común en estas fechas es intercambiar deseos, sobre todo de prosperidad, salud, paz y amor. En esta época se llevan a cabo muchas costumbres religiosas y supersticiosas con la esperanza de que ayuden a la gente a conseguir estas cosas. El primer día del calendario lunar, el budismo promueve popularmente ir al templo a rezar por la buena suerte, el amor, el matrimonio, la fortuna, etc. La gente trabaja intensamente para satisfacer a quien controla su entorno: Buda, los espíritus de sus antepasados o algún otro dios.  Qué alivio sienten ellos cuando se enteran de que el Dios, Supremo del Universo, no exige nada de eso y de que Él proporciona la única forma de paz, prosperidad y amor duraderos de la que dispone la humanidad. 

Los observadores del Año Nuevo Lunar Tet tienen incluso una versión de un árbol de Navidad que, en las semanas previas al Año Nuevo Lunar, parece un arbusto muerto, pero que florece con un abanico de flores rosas y blancas el día de Año Nuevo Lunar.  Esto representa la esperanza que se tiene en el nuevo año. Qué hermosa analogía nos ofrece el Señor en la naturaleza de lo que Pablo describe en Efesios 2: «Y estabais muertos en vuestros delitos y pecados… Pero Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en nuestros delitos, nos dio vida juntamente con Cristo…» (Efesios 2:4-5a, RVR1995).  

Con motivo de la llegada del Año Nuevo Lunar, te invitamos a unirte a nosotros para orar por quienes lo celebran. Pide al Señor que su pueblo tenga oportunidades para compartir la esperanza del Evangelio en toda Asia. Oremos para que los corazones se abran a las buenas nuevas de Jesús y muchos se liberen de las ataduras de las supersticiones o de intentar ganarse la aprobación de algún antepasado u otro dios. Oremos para que encuentren su verdadera libertad en la gracia y el perdón de Cristo.