Enseñando a los no alcanzados

«Mis antepasados son chinos tailandeses, y me han enseñado que el camino correcto es el culto a los antepasados, pero me pregunto si hay otro camino.»

«¿Cuántas veces tengo que reencarnar después de esta vida? ¿Cuándo terminará?»

«Maestra Heather, ¿los fantasmas son reales? ¿Me atormentarán? Tengo mucho miedo, ¿tiene Jesús poder sobre los fantasmas?»

«¡Maestra Heather, tengo preguntas! Creo en Dios en mi corazón, ¡creo que soy cristiano! Pero mi familia es budista. ¿Qué hago?»

Estos son fragmentos de conversaciones que he tenido con estudiantes durante mis últimos cuatro años de trabajo en escuelas internacionales cristianas. Estos estudiantes provienen de familias de clase media-alta, y alrededor del 95% son de familias budistas tailandesas. Debido a que las familias de estos estudiantes están emocionadas de que aprendan inglés, están felices de enviarlos a una escuela cristiana donde saben que sus hijos escucharán acerca de Jesús. También se ha corrido la voz de que los maestros realmente se preocupan y aman a los estudiantes.

Dios está plantando semillas en sus corazones, y varios estudiantes expresaron su fe en Jesús el año pasado en sus clases presenciales. Este próximo año escolar, nuestra familia tendrá la oportunidad de discipular a algunos de estos estudiantes en un Club Bíblico Masculino de 4º a 6º grado en nuestra casa. No solo los estudiantes han sido impactados, sino que en los últimos años algunos miembros del personal y padres han llegado a la fe.

Pocas veces en nuestras vidas son tan formativas como la infancia. Tailandia es un país en rápido desarrollo, lleno de oportunidades para estos líderes del mañana. Sin embargo, una oportunidad que les falta, es el fácil acceso al poder transformador del Evangelio. Aunque la proclamación del Evangelio es completamente legal en Tailandia, se cree que el número de creyentes evangélicos es de aproximadamente el 0.65%.

Dios usa la presencia de las escuelas cristianas en Tailandia para edificar su reino, pues al ofrecer una educación cristiana se expande el amor y la gracia de Dios. También se establecen puentes para las relaciones naturales con las familias budistas, y a menudo para los estudiantes y sus familias, y para miembros del personal no cristiano, es la primera vez que escuchan directamente el Evangelio. De igual manera, estas escuelas abren la posibilidad a otros misioneros y obreros cristianos de venir al país, ya que no están dispuestos a venir a menos que haya una opción de educación no budista para sus hijos.