Innovación de estrategias para una misma meta

Este mes leí las historias enviadas en las cartas de oración de un profesor de Oriente Medio, del propietario de una cafetería en Senegal, del director de un campamento en México, de una chef pastelera en Francia, de un fundador de iglesias en Asia Central y de un profesor de seminario en Argentina. Ninguna historia fue igual. El escenario, los personajes y el trasfondo eran completamente únicos. Sin embargo, el tema principal de cada historia es que Dios está construyendo su iglesia entre los no alcanzados, y cada narrador estaba emocionado de ser utilizado por Él para lograrlo.

Nuestra misión en Avant es glorificar a Dios ayudando a otros a disfrutar de Su presencia a través de la plantación y desarrollo de nuevas iglesias en las áreas no alcanzadas del mundo. Se trata de una tarea titánica, ya que vemos los miles de grupos no alcanzados en el mundo, así como las barreras físicas, culturales y espirituales por superar para llegar a ellos.

Cumplir este objetivo de plantar iglesias nuevas, sanas y que se reproduzcan en zonas no alcanzadas requiere creatividad y colaboración, que son dos valores fundamentales de Avant. Ya que nuestro mundo es diverso, llegar a él requiere estrategias innovadoras. Mediante enfoques novedosos en los negocios, los medios de comunicación, los campamentos, la educación y el enlace global, potencializamos nuestro único objetivo que es glorificar a Dios. Confiamos en el Señor, quien nos ha dado creatividad y una comunidad en la cual trabajar, y que utilizará estas cualidades para que Su reino avance hacia lugares donde aún no es conocido.

Con equipos formados por misioneros con habilidades, talentos y dones únicos, nuestros misioneros están capacitados para mostrar la vertibilidad del Reino de Dios al llevar la luz del Evangelio a grupos de personas que antes vivían en completa oscuridad. Estos equipos nos permiten tomar  caminos singulares, los cuales son muy necesarios, para cumplir nuestro llamado de plantar y desarrollar nuevas iglesias donde antes no había.

Mientras reflexionamos en la tarea de la Gran Comisión, confiamos en que Dios utilizará nuestra creatividad y habilidad de cooperación para desarrollar nuevas estrategias que nos lleven a alcanzar nuestro único objetivo: Su gloria.