21 mayo 2024  Por Kirk Blackwell, Director de entrenamiento

Orientados a la meta, basados en los resultados

May 2024 Blog Photo

A través de un proceso estratégico, al hacer las preguntas correctas en el orden correcto, podemos seguir a Dios mientras Él nos guía y usa Su poder transformador para lograr una tarea que está más allá de nuestras capacidades. “

Mientras Abraham miraba a su alrededor, un deseo se hizo claro. Quería una esposa para su hijo Isaac. Una que fuera de su tierra natal donde vivían sus parientes, no de las mujeres  locales. Abraham envió de viaje a su siervo  para lograr el resultado deseado. El criado comprendió que era una tarea de enormes proporciones y primero protestó con una pregunta del tipo “¿Y qué si…?” antes de viajar a la ciudad de Nacor.  Sin embargo, al llegar, mediante la oración, reconoció su dependencia de Dios para que le guiara hasta la mujer adecuada y para que su viaje tuviera éxito.

El siervo cumplió activamente con su parte en la historia y Dios le condujo hasta Rebeca y su familia. Ella tuvo la fe de ver que Dios se estaba moviendo y aceptó irse con el sirviente para convertirse en la esposa de Isaac. El resultado deseado por Abraham se hizo realidad.

Uno de los pilares de Avánt es entender primero lo que queremos ver realizado antes de comenzar a dar los pasos de acción para cumplir con los resultados deseados. Esta es una forma de operar orientados a la meta y basados en los resultados.

No sé cómo el siervo encontró su camino a Nacor, ya que no tenía la maravillosa tecnología de GPS que tenemos hoy en día. Estamos tan acostumbrados a abrir nuestras aplicaciones celulares de mapas y poner primero nuestro destino deseado, luego la ubicación de partida, y finalmente ver las opciones de cómo podemos llegar a donde queremos ir. Ese proceso de mapeo al que estamos tan acostumbrados coincide con la mentalidad de cómo operamos dentro de Avánt.

En primer lugar, definimos la meta o resultados deseados. Es decir, queremos ver iglesias sanas y que se reproduzcan en comunidades en todo el mundo donde hay pocas o no las hay. Acordar las características de tales iglesias establece el destino del viaje.

En segundo lugar, debemos comprender en qué punto nos encontramos cuando trabajamos para desarrollar iglesias saludables. Nuestra Herramienta de Medición de Iglesias Saludables nos permite identificar nuestra situación actual.

Finalmente, podemos preguntarnos cuál será el siguiente paso para seguir avanzando hacia el resultado deseado. Preguntas como  “¿Hacia dónde vamos?”, “¿Dónde estamos ahora?” y “¿Qué vamos a hacer?” serán de gran ayuda para definirlo.

Para el siervo de Abraham era vital conocer el propósito , y entonces así, poder emprender su viaje en dependencia de Dios para lograrlo.  Eso concuerda con la vida de un plantador de iglesias en Avánt. Conocemos el objetivo final. A través de un proceso estratégico, al hacer las preguntas correctas en el orden correcto,  podemos seguir a Dios mientras Él nos guía y usa Su poder transformador para lograr una tarea que está más allá de nuestras capacidades.