Avant ha puesto en marcha el fondo de ayuda a los misioneros jubilados para apoyar a los siervos que fielmente han servido durante tantos años. Al igual que los misioneros actuales necesitan ayuda de vez en cuando, no hay diferencia con nuestros misioneros jubilados. Estos fieles santos sirvieron la mayor parte de su vida en un contexto extranjero y, cuando regresan a sus hogares, suelen perder el apoyo que recibían, pues ya no sirven en un contexto internacional. Los planes de jubilación para muchos no comenzaron hasta principios de los años noventa, por lo que los beneficios de pensión son modestos. Este fondo ayuda a los misioneros jubilados de Avant a pagar el alquiler, las facturas médicas o alimentos. Se les concede de forma anónima para ayudarles cuando los tiempos son difíciles y el dinero escasea.
