Tradicionalmente, Rumania es un país oriental ortodoxo. Sin embargo, los restos del comunismo ateo siguen infiltrándose en la cosmovisión de muchos rumanos. Conocen de Dios, pero muchos se limitan a seguir tradiciones religiosas vacías que no llegan a impregnar sus vidas. Esto se debe en parte a las percepciones contradictorias de la religión y a los intensos enfrentamientos para continuar en cualquiera de los extremos de la ortodoxia o el ateísmo. Abunda la confusión y, aunque muchos buscan a Dios, hay pocos capaces que puedan explicarles claramente el evangelio.
Nuestros trabajadores en Rumania han iniciado un proyecto evangelístico creativo en el que plantan, cultivan y cosechan choclo o maíz para distribuirlo por toda la región, con el objetivo de presentar a Cristo a quienes no lo conocen. Nuestros trabajadores se asocian con diferentes iglesias y ministerios cristianos de la región que reciben el maíz gratuitamente para luego repartirlo en eventos de divulgación. El maíz también se entrega a las viudas y a quienes se les dificulta alimentar a sus familias. Nuestros misioneros siempre entregan el maíz en persona para establecer conexiones, entablar relaciones y compartir el evangelio.
El año pasado, más de cinco mil personas fueron alcanzadas por el evangelio a través de este ministerio del maíz.Este es el segundo año que se lleva a cabo este proyecto. El año pasado se cultivaron y cosecharon 1 hectárea de maíz. Este año, hemos duplicado la cantidad y distribuido dos hectáreas de maíz a los necesitados. A medida que este alcance crece, la necesidad de un transporte más adecuado es crítica. Avant ha creado un proyecto para ayudar a comprar un camión que transportará el maíz, permitiendo a nuestros misioneros y a la iglesia en Rumania servir a más personas, construir más relaciones y compartir más ampliamente el evangelio.