26 febrero 2025  Por Obrero Transcultural

Recorrido de un año para llegar a Cristo

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«El Ramadán es un tiempo de contemplación espiritual, un mes sagrado para los musulmanes. Para algunos, es entonces cuando Dios les conduce hacia Él.»

Asad* se puso en contacto con nuestro equipo por primera vez en enero de 2024; estaba profundamente interesado en conocer las enseñanzas de Jesús. Aunque de vez en cuando había largas pausas en la comunicación debido al trabajo y a otras exigencias personales, siempre volvía con más preguntas y un interés renovado. A medida que pasaban los meses, nos animaba verle avanzar, aún cuando estaba en el proceso de confiar su fe plenamente en Cristo.

Tuvimos muchas conversaciones sobre el evangelio con Asad, explicándole que Jesús vino a la tierra para perdonar sus pecados. No fue sino hasta la primera semana de diciembre que Asad comprendió plenamente lo que esto significaba. Nuestro equipo utiliza los diferentes medios de comunicación para llegar a países cerrados como el de Asad. Ese mes publicamos una serie de 24 videos cortos que contaban la historia de la Navidad, un episodio por día antes de Navidad. El cuarto día, Asad nos envió un mensaje. «Es la primera vez que escucho fragmentos de la historia de la Navidad».

Los musulmanes saben que Jesús nació de una virgen, pero desconocen los detalles de su nacimiento, como la aparición del ángel a María y la historia de José. A Asad le impactó conocer los detalles de la historia, ver que Dios estaba actuando y comprender que Jesús no era cualquier persona. 

La sencillez de la historia tocó el corazón de Asad y entregó su vida a Jesús. Está convencido de que Jesús es el enviado de Dios, el Salvador y el verdadero camino para su salvación. Actualmente, Asad estudia la Biblia con alguien de su ciudad natal, lo que refuerza aún más su fe y su compromiso espiritual.

La trayectoria de Asad hacia el reconocimiento de Jesús como su Salvador, no fue directo ni rápido. Abarcó todo un año de conversaciones con nuestro equipo. El punto de inflexión llegó después de ver cuatro videos, cada uno de menos de un minuto de duración. Cuando hablamos con alguien, no podemos predecir cómo o cuándo el Espíritu Santo unirá las piezas y hará que el entendimiento encaje en su lugar.

El Ramadán es un tiempo de contemplación espiritual, un mes sagrado para los musulmanes. Durante el día, se abstienen de comer para rezar y concentrarse en estar bien con Dios. Para algunos, es entonces cuando Dios les conduce hacia Él. Debido a los muchos requisitos que impone la observancia del Ramadán, tiende a haber un descenso en la comunicación con nuestros contactos habituales. Muchos dejan de hablar con nosotros durante un tiempo, y luego reanudan la conversación cuando termina la temporada.   

Actualmente, mantenemos conversaciones espirituales con 40 personas. Algunos están a punto de poner su fe en Cristo, pero todavía no llegan a ese punto de inflexión. Durante el Ramadán, te pedimos que ores para que busquen a Dios con sinceridad. Cuando estén preparados, estaremos allí para animarlos a dar el siguiente paso. Incluso en el silencio, Dios actúa. 

*Se usó un seudónimo